sábado, 21 de julio de 2012

#153 living free

No sabes si lanzarte o correr, si decir o callar. Al final todo lo que queda es un montón de quizás y seguramente alguna caricia que notes al final del día cuando cierras los ojos, que sientas cuando despiertas y ahí está. Pasarse el infinito mirando sus ojos, y que te digan "ven, vamos a correr hasta que veamos donde acaba el universo".

viernes, 20 de julio de 2012

#152 hogueras

Te llevaría donde acaba la ciudad para soltar nuestro instinto animal, para incumplir las leyes de los hombres, pintándonos la cara como indios cazadores. Te llevaría hasta el final de los océanos, aunque durmiéramos en nidos de los pájaros, subidos a los álamos sin saber nada del amor, solo seríamos el sitio al que llegáramos. Donde, acaba soledad de llevaría, y que tu mano se juntara con la mía, como si hubiera sido un gesto equivocado, como, si nunca nos hubiéramos tocado.

jueves, 5 de julio de 2012

#151 Au revoir

Oye, no aguanto más. Estaba muy claro que me iba a marchar, por eso: adeu, ciao, mira, esto se acaba. Au revoir. El tiempo que me queda te lo puedes quedar, porque me voy para siempre subido en un cometa valiente, sin hacer las maletas, porque estoy tan impaciente por esa vida nueva, por esa chica nueva que me enseñe a bailar. Te digo: au revoir, au revoir. No quiero verte más.

Hoy no nos vamos a acostar, me dice que la luna está muy llena, que la vaya a vaciar. Y me pongo de puntillas en su cuarto y parece que me pinchen las estrellas en las manos. Y vamos, a lo mejor es que he tardado demasiado en darme cuenta de que estaba ya cansado de las mentiras en los labios de toda esa gente que siempre me está gritando: au revoir, au revoir. No quiero verte más.

Adiós a aquellas nubes grises que tapaban al sol y estaba triste. Adeu. No te echaré de menos, ya me he quitado todo tu veneno. Y ahora sí tenemos todo el cielo para empezar de cero, rompiendo las tormentas y relámpagos que siempre caen tan cerca de ti. Con las cartas que tú me escribas, haré un avión de papel para volarte por encima y verte tan pequeño que resultes insignificante, minúsculamente indefenso, que si me voy será la excusa que buscaba para volver.

Au revoir, au revoir, no quiero verte más.