miércoles, 2 de mayo de 2012

#137 Daisy

Y cantamos esta mañana ese maravilloso y magnífico mensaje. Y no sé ustedes, pero yo nunca me canso de él. Número 99: Tal como soy.

Soy una montaña que se ha movido. Soy un río que está seco. Soy un océano en que nada flota. Soy un cielo en el que nada quiere volar. Soy un sol que no arde. Soy la luna que nunca muestra su cara. Soy una boca que no sonríe. Soy una palabra que nadie quiere decir.

Soy una montaña que se ha movido. Soy un fugitivo que no tiene piernas para correr. Soy un predicador sin púlpito, arrojando un sermón que sigue y sigue... Bueno, si tomamos estas cosas y las enterramos rápido y rezamos para que se conviertan en semillas, en raíces y en hierba estará bien, sería más fácil de esa manera. O si el cielo se abriera y comenzara una lluvia torrencial, como tú sabías que él estaba tratando de empezar las cosas de nuevo estará bien, sería más fácil de esa manera.

Si tomamos estas cosas y las enterramos rápido y rezamos para que se conviertan en semillas, en raíces y en hierba estará bien, sería más fácil de esa manera.

No hay comentarios:

Publicar un comentario