miércoles, 7 de marzo de 2012

#104

En algún punto, quizá debamos aceptar que el sueño se ha convertido en pesadilla. Nos repetimos que la realidad es mejor, nos convencemos de que es mejor no soñar jamás. Pero los más fuertes de nosotros, los más determinantes, nos agarramos a nuestro sueño. O nos encontramos a nosotros mismos enfrentados a un nuevo sueño que nunca habíamos considerado. Nos despertamos para encontrarnos a nosotros mismos, contra todo pronóstico, llenos de esperanza. Y, si tenemos suerte, nos damos cuenta que frente a todo, frente a la vida, el verdadero sueño es ser capáz de soñar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario