En noches como ésta sólo tengo ganas de escribir y escribir para soltar un poquito de mí sobre unas letras en la pantalla de un ordenador. Creo que últimamente he perdido la costumbre de escribir sobre algo, sobre mí, y eso lo noto, aunque a veces te vienen arrebatos incomprensibles de tener algo que decir y no dices nada sobre nada porque simplemente te cuesta mucho dejarlo ir.
Uno se guarda tantas cosas, secretos, emociones, pensamientos, con lo fácil que sería mostrarlos, pero supongo que el ser humano es así, como sentirse dueño de algo que solo tú sabes. Todo el mundo lo hace, unos más que otros, unos más sensibles, otros más reservados. Es increíble lo que alguien puede llegar a quedarse por dentro, al final es como una habitación desordenada donde desearías tirarlo todo por la ventana para dejar espacio, y simplemente tampoco sé por donde empezar.
Tan sólo hace falta un poco de música y muchas ganas de decir cosas.
Precioso...
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